Con sorpresa leo en la página de El País una noticia que da cuenta de un estudio científico realizado en el Reino Unido que señala que los sitios web mal diseñados pueden causar trastornos inmunológicos, cardiovasculares o nerviosos. Así como lo lee. A esto le han dado el curioso nombre del Síndrome de la Rabia del ‘Mouse’.
Según el equipo de científicos, los cibernautas se alteran cuando: una página se demora en cargar, es difícil de navegar, tiene muchos de ‘pop ups’ (ventanitas emergentes), cuenta con anuncios innecesarios incluyendo los ‘banners’. “Y desde luego, la causa asesina: la indisponibilidad del sitio” (cuando sale la página en blanco y no se puede ver nada).
Si nos ponemos a pensar, más de una vez hemos lanzado una palabrota cuando nos sale un ‘pop up’ o alguna publicidad ‘fastidiosa’ que nos tapa la información que buscamos con tanta ansiedad. Pero de allí a que nos podamos morir de un infarto… ¿Quién sabe? En todo caso tendrían que colocar una advertencia diciendo: “esta web no es apta para cardiacos”.
Ahora los reto a pasar esta suerte de test que echaría por tierra o confirmaría este estudio científico. Se trata de la “peor página del mundo” (véala aquí), que fue hecha a propósito para demostrar cómo no se debe hacer una web. Aunque está en inglés, en ella llama la atención el pésimo color del fondo que hace al texto prácticamente ilegible, el abuso de animaciones, el uso inapropiado de música y la cantidad abrumadora de publicidad que dificulta la navegación.
A ver, anímese a pasar esta prueba, pero si ve que es demasiado para usted cierre la ventana, por favor. Y no me eche la culpa de la alteración de sus nervios.
Según el equipo de científicos, los cibernautas se alteran cuando: una página se demora en cargar, es difícil de navegar, tiene muchos de ‘pop ups’ (ventanitas emergentes), cuenta con anuncios innecesarios incluyendo los ‘banners’. “Y desde luego, la causa asesina: la indisponibilidad del sitio” (cuando sale la página en blanco y no se puede ver nada).
Si nos ponemos a pensar, más de una vez hemos lanzado una palabrota cuando nos sale un ‘pop up’ o alguna publicidad ‘fastidiosa’ que nos tapa la información que buscamos con tanta ansiedad. Pero de allí a que nos podamos morir de un infarto… ¿Quién sabe? En todo caso tendrían que colocar una advertencia diciendo: “esta web no es apta para cardiacos”.
Ahora los reto a pasar esta suerte de test que echaría por tierra o confirmaría este estudio científico. Se trata de la “peor página del mundo” (véala aquí), que fue hecha a propósito para demostrar cómo no se debe hacer una web. Aunque está en inglés, en ella llama la atención el pésimo color del fondo que hace al texto prácticamente ilegible, el abuso de animaciones, el uso inapropiado de música y la cantidad abrumadora de publicidad que dificulta la navegación.
A ver, anímese a pasar esta prueba, pero si ve que es demasiado para usted cierre la ventana, por favor. Y no me eche la culpa de la alteración de sus nervios.
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