Bueno, en esta ocasión tenemos que continuar con el siguiente paso, que es el de la selección o edición de toda la información que hemos recolectado. A esto, siguiendo con nuestro paralelo con el cine, llamamos la edición de contenidos.
Para ello, empezaremos a seleccionar cada uno de los elementos multimedia que componen el reportaje:
1. Las fotografías: Tenemos que ordenar todo el material gráfico con el que contamos de manera secuencial, de tal manera que cada una de las imágenes al observarlas de manera sucesiva (piensen en las viñetas de una tira cómica) nos cuenten una historia.
Debemos recordar que las fotografías tienen que guardar correspondencia con la locución y el texto del reportaje. Es decir, si decimos “Juanito Pérez sale de su casa todos los días a las 7 de la mañana para ir a colegio”, tenemos que ver en imágenes a “Juanito Pérez” saliendo de su casa con su uniforme de colegio para que así haya correspondencia entre lo que se dice y entre lo que se ve.
En esta breve secuencia de imágenes vemos a los niños del programa Colibrí de la Ciudadela Pachacútec participando en algunos juegos.
2. El video: En el caso que utilicemos video (habíamos dicho que en esta ocasión lo utilizaríamos de manera excepcional) tenemos que elegir solo fragmentos y únicamente en los casos que el reportaje se vea realzado con este tipo de imágenes.
El escaso ancho de banda en la mayoría de conexiones de Internet en el Perú, nos impide aún combinar con mayor frecuencia este recurso porque prolonga mucho el tiempo de descarga. En el que caso que lo hagamos no utilicemos fragmentos superiores a los 10 segundos.
3. El audio: este es un componente importante de nuestro reportaje multimedia, por tanto tenemos que tomar en cuenta que en combinación con las fotografías nos permite contar una historia.
El audio de nuestro reportaje multimedia está compuesto por las entrevistas que hemos realizados (a especialistas en algún tema, declaraciones o testimonios de las personas o también el ruido ambiental). Asimismo, tenemos la voz de la persona que narrará cada una de las secciones del reportaje, así como la música en caso la incorporemos en combinación con esta última.
La edición del audio está supeditada al texto del reportaje, es decir, que una vez culminado el trabajo de campo tendremos, en algunos casos, que replantear el storyboard que realizamos previamente. Este paso es simple, y será, ahora sí en definitiva, el esquema gráfico de nuestro reportaje (ver abajo “replanteo del storyboard”).
¿A qué me refiero cuando digo que la edición del audio está supeditada al texto? Es decir, ya con las fotografías seleccionadas y ordenadas el siguiente paso es redactar el texto, teniendo en cuenta que este será narrado, es decir, no deberá ser tan denso y complejo como el de un reportaje para prensa escrita.
Un excelente ejemplo de conjunción entre audio e imágenes lo encontramos en el reportaje preparado por la NBC sobre el atentado contra las Torres Gemelas.
4. Gráficos: este es un recurso útil para ubicar geográficamente el lugar donde se desarrolla determinado tema de nuestro reportaje. Hablamos concretamente de mapas, croquis, o en casos más complejos, de infografías. El uso de los gráficos permite que nuestros usuarios de manera imaginaria “viajen” al lugar del cual estamos hablando.
5. El texto: Elemento básico en la elaboración de nuestro reportaje, pues a través de él consignaremos la información relevante sobre el tema que estamos abordando (estadísticas, datos proporcionados por instituciones, etc). La edición del texto estará en función de la característica de cada apartado de nuestro reportaje y se deberá tener particular cuidado en no cometer errores sintácticos ni mucho menos ortográficos, pues este texto lo copiaremos “tal cual” en los subtítulos.
Replanteando el storyboard
Replantear nuestro storyboard consiste básicamente en mostrar gráficamente cada uno de los elementos multimedia que conforman cada apartado del reportaje y que de manera definitiva estarán en nuestro reportaje. Es un paso referencial que permite ahorrar tiempo y ordenar cada nodo de nuestro reportaje. ¿Puede obviarse este paso? Podría omitirse, pero el precio de no hacerlo es un gran dolor de cabeza al momento de ordenar cada uno de nuestros apartados.
En la figura de la izquierda vemos el storyboard del 'home' del reportaje (antes de hacer el trabajo de campo), a la derecha tenemos el storyboard definitivo del reportaje.
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